Aprovechando mi paso por Madrid
de un par de días en mis vacaciones, había quedado con la gente de Komando
Kamikaze a las 9am para hacer una ruta por el Escorial y hacer una nueva bajada
que le enseñaron a Rober la semana pasada gente del Escorial.
Subiendo las Zetas |
Al final entre unas cosas y otras
arrancamos pasadas las 9:30am, la ruta comienza subiendo desde la primera
pelada, y va a ser así durante los primeros 8 kilómetros de la ruta, con una
pendiente media en estos 11 kms del 8,4% y máxima del 24%.
La subida la realizamos por la
“Zetas”, y por muchas veces que la haya subido es una subida que me encanta.
Las “Zetas” es un sendero estrecho en subida de unos 2 kms con 17 curvas de
casi 180º y que discurre por un bonito pinar, con el piso lleno de piñas,
agujas de pino y raíces. Las “zetas” tienen una pendiente media del 10% y
máxima del 18,2%, donde la mayor pendiente y dificultad está en las curvas de
las “zetas”, algunas de ellas con escalones de raíces y/o piedras.
Las “zetas” terminan en un
camino ancho de arena que nos llevará hasta el alto de Malagón tras unos 3 kms
de subida, una parte del camino es de arena prensada y la mayor parte de
asfalto o cemento desgastado, la única dificultad de esta parte está en su
pendiente. Este tramo tiene una pendiente media del 9,3% y máxima de 21,9%,
dejando sus rampas más duras para la parte final de la subida. Una vez coronado
el alto de Malagón, subimos un poco más para coger la bajada de la Lápida,
apenas 300m de bajada, hasta que salimos de nuevo a la carretera de subida donde
cogeremos inmediatamente la nueva bajada.
El enganche con la nueva bajada
no se ve, hacemos un poco de campo a través hasta que se empieza a vislumbrar
un sendero lleno de hojas de pino y piñas, por un momento y en algunos tramos
me parece Ewoks. En este inicio es un sendero sencillo donde sólo hay un paso
un poco más complicado, pero tras este paso se destapa lo mejor de la bajada,
un sendero estrecho con curvas en zetas con una inclinación bestial. Al acabar
la bajada la cara de satisfacción de todos es la mejor muestra de lo que nos ha
parecido esta nueva bajada.
Tras esta bajada hacemos el
segundo de tramo de los Vascos, donde vamos aprovechando los “recortes” que se
han creado, y donde la pendiente de la bajada se incrementa sustancialmente, en
este tramo al ser conocido por todos lo bajamos sin cadena, y como siempre
digo, los Vascos nunca fallan.
Tras terminar este segundo tramo
de los Vascos volvemos a subir para hacer la bajada Larios, aunque nos llevamos
la sorpresa de comprobar que hemos bajado más de lo que esperábamos y tenemos
que volver a subir todo como al inicio, Zetas incluidas. Es la primera vez que en una ruta subo las
Zetas dos veces, y la verdad es que la segunda vez algunas curvas ya se agarran
a las piernas.
Una vez hemos llegado arriba del
alto Malagón iniciamos la bajada Larios. En este primer tramos hasta que
salimos a la carreta es la parte más divertida de esta bajada, con algún paso
en roca que hace las veces de salto, alguna zona de piedras y algún paso un
poco más delicado, pero no muy complicado.
Una vez atravesamos la carretera
la bajada se hace más sencilla, sendero rápido con alguna zona de piedra pero sin
mucho más que reseñar.
Tras la bajada Larios enganchamos
de nuevo con la segunda parte de los Vascos y a continuación con la tercera
parte de los Vascos que nos dejará directamente en los coches. El tercer tramo
de los Vascos, el más corto, pero el más técnico de los tres, con algunos pasos
complicados con escaleras de raíces,
cortados y un sin fin de dificultades que te hacen disfrutar mucho esta bajada.
Como conclusiones de la ruta:
- Ruta muy divertida donde la
bajada nueva del “cortafuegos” es una auténtica delicia
- De la bajada Larios me quedo
con la parte inicial que discurre por la derecha de la carretera según bajas,
la segunda parte es más sosa
- De los Vascos poco me queda por
decir, nunca falla.
Perfil de la ruta: