lunes, 27 de diciembre de 2010

Hoyo - Cascada del Covacho - Peña Liendre - Hoyo (IBP 82)

Esta salida surge de una propuesta de Dalopo (club Mammouth) que al final concentra a 16 bikers, entre ellos a Pedro de CantiBikers que se sumó el sábado a última hora. La quedada era en el polideportivo de Hoyo de Manzanares a las 9am, aunque finalmente no estábamos todos “preparados” hasta las 9:15h., a esa hora arrancamos con una temperatura ambiente de entre -4ºC y -5ºC dependiendo del coche o GPS consultado, descendiendo escaleras para entrar en calor de lo que nos vendría más adelante, primero las escaleras que bajan desde el polideportivo a la plaza de Hoyo de Manzanares, y posteriormente las de la plaza.
Desde aquí rápidamente estábamos ya en la ruta, salimos hacia la zona que está entre Hoyo y Los Peñascales y tan pronto como tocamos la arena nos damos cuenta de lo que nos vamos a encontrar por el camino, hielo, hielo y más hielo. Las lluvias caídas en esta semana y las bajas temperaturas hacen que tengamos más hielo incluso que la semana pasada.
El inicio de la ruta es lentísimo por diferentes y variados motivos, a las 10:15 horas (primera hora de la ruta) llevamos 4,5kms y ya se dan de baja tres bikers de la ruta, llevan poco tiempo montando en bici y el terreno por el que vamos no les hace sentirse cómodos, por lo que prefieren ir a su ritmo por lo que nos quedamos 13 bikers (mal número para los que sean supersticiosos).
Los primeros 9,5kms de la ruta transcurren por el terreno que está entre Hoyo y Los Peñascales, terreno que no tienen ninguna dificultad técnica ni grandes desniveles, lo que viene bien para ir entrando poco en poco en calor y que el sol vaya ganando la batalla de la temperatura. El día que está quedando es fantástico, totalmente despejado y con una temperatura cercana a las 10ºC.  
Terminada esta zona, cruzamos la carretera M-618 para coger un sendero que sale a la derecha y que nos lleva por detrás de Hoyo, esta parte del recorrido de unos 2,5kms ya empieza a tener algo más de desniveles, sobretodo de subida, y alguna zona un poco más divertida. Este tramo termina en el camino de Las Cañadas y Picazos punto donde aprovechamos para volver a reagruparnos.
Hasta este punto de la ruta, todo el camino lo he realizado en uno u otro sentido en alguna ocasión, pero el tramo que vamos a realizar ahora no lo he realizado en el sentido en el que vamos a hacerlo hoy, este tramo sale a mano derecha del camino de Las Cañadas y Picazos a escasos 100m de donde ha terminado el tramo anterior, y en este tramo ya hay algunas bajadas y subidas técnicas por piedra que hace que cada uno de nosotros saquemos los mejor que tenemos para no poner el pie en tierra y disfrutemos al máximo de la bici. Hoy la dificultad se incrementa, ya que a la dificultad de algunos tramos se suma la del hielo, que en lo que llevamos de ruta ha provocado un par de caídas que por suerte no ha tenido ninguna consecuencia. Al terminar este tramo de unos 4,5kms paramos por si alguien quiere acortar la ruta ya que estamos en una posible vía de escape, pero los 13 que nos manteníamos en la ruta decidimos seguir adelante aunque el ritmo tan bajo que llevábamos con continuas paradas  ya hace prever que tendremos problemas con la hora.
Después de realizar esta parte por primera vez en este sentido, tengo mejores recuerdos de la vez que lo realicé en sentido contrario (hace una semana), pero en cualquiera de los sentidos que se realice es un tramo con partes técnicas y divertidas.
Desde este punto comienza la parte más técnica, divertida, para el que le guste este tipo de terreno,  e incluso bonita, por el paisaje de la ruta. Comenzamos a bajar hacia el arroyo del Cuchillar y en uno de estos tramo de bajada nos tocó poner el pie en tierra de manera “casi obligatoria”, ya que la roca estaba helada por el camino natural y hacía que la bajada por la zona de sol tuviera bastante riesgo, no tanto por la bajada en sí, como por el final de la bajada que hacía que cualquier error terminase en un serio golpe sobre una roca que había enfrente, aun así, hubo tres valientes que bajaron la roca, el resto decidimos dejar esa zona para cuando no esté helada. Toda esta zona te sorprende constantemente con tramos de subida o descenso por roca, y con subidas y bajadas técnicas que hacen que no puedas descentrarte mucho del camino ya que puedes dar con tus huesos fácilmente con el suelo, pero esta ruta no sólo tiene sorpresas en lo relativo al camino, también te sorprende el paisaje, y más cuando llegas a la cascada del Covacho, muy bonito. En este punto hubo tres integrantes del grupo que abandonaron el camino, por lo que el grupo quedó reducido a diez para la subida a Peña Liendre.

Cascada del Covacho
Para seguir con sorpresas, la siguiente es según retomas el camino a la salida de la cascada del Covacho, cruzas el arroyo de Peña Herrera y toca subir por una roca unos 200 metros, subida que, aunque parezca mentira al verla desde abajo, se puede subir montado en la bici ya que la roca es rugosa y la bici agarra perfectamente aunque ayer en la parte final, en el paso que hay a la izquierda según subes, tocaba bajarse de la bicicleta escasamente dos metros para evitar una zona congelada que quedaba al estar en sombra. Desde este punto, comienza el camino que nos lleva a la subida a Peña Liendre, la subida comienza realmente en una curva que hace el camino a la derecha. Son unos 3kms de subida con una pendiente máxima del 21,5% y media del 8,1%, pero aunque parezca sorprendente, lo más complicado de la subida es lo técnica que es, no es sólo cuestión de piernas que por supuesto hacen falta, sino de elegir la trazada y acelerar para pasar zonas de rocas que no podrías superar sin cambiar el ritmo. A mí personalmente la subida me encantó por esa mezcla de dureza y técnica.
Casa Mirador Peña Liendre
La subida se puede dividir realmente en dos partes, un primer tramo bastante duro y largo que debe ser algo más de la mitad de la subida que te va dejando las piernas muy tocadas, y luego una segunda parte que con zonas de descansos, que te permiten recuperarte antes de la siguiente rampa  (se mezclan rampas con zonas de llano o incluso de bajada). La subida es 100% ciclable, muy técnica y bastante dura, pero de esas que cuando llegas arriba sin poner el pie en tierra te da un “subidón” que hace merecer la pena el sufrimiento pasado. En el mirador del diablo/cima Peña Liendre las diferencias de tiempo entre los que quedábamos en ruta fueron bastante importantes, pero nada que ver con lo que nos tocó esperar al final, ya que a uno de los diez que quedábamos en la ruta se le ocurrió salirse del camino intentando atajar en la subida, lo que hizo que el tiempo de espera se disparara hasta más allá de los 30min. y decidiéramos dividirnos en dos grupos, una vez que vimos a Curro en la distancia y supimos que no había pasado nada, la verdad es que una vez pasado el momento “susto” nos echamos unas risas en el mirador gracias a Curro.

Mirador de Peña Liendre
Por cierto, si la subida merece la pena, la llegada al mirador del diablo/cima de Peña Liendre y sus vistas tampoco se queda atrás, pero para alucinar, la bajada: impresionante. Si hay una bajada técnica y donde puedes irte al suelo en cualquier momento es esta. Tiene zonas de todo tipo, pero si hay algo característico de esta bajada es la zanja o tubo, una pasada si te gustan las trialeras y  quemar adrenalina en la bici o una tortura si no te gusta. Además, el domingo tenía un condicionante especial: el hielo. Había zonas totalmente heladas en el que la complejidad de la bajada hacía crecer el riesgo exponencialmente, pero ayer no tocaba, y los cinco llegamos abajo sin ningún percance y con una cara de satisfacción que no parecía que hubiésemos subido y bajado Peña Liendre.

 A la bajada de Peña Liendre hacemos una parte de la ruta en sentido contrario al que hemos realizado cuando nos aproximábamos a ésta, hasta llegar a un punto en el que nos desviamos a la derecha para hacer una zona nueva que nos llevará hasta la Berzosa. Desde este punto de la ruta hasta el final más de lo mismo, camino rompe piernas, con más puntos de subida que de bajada, lo que hizo que las fuerzas de algunos del quinteto empezaran a resentirse. Esta parte del trayecto no es posible hacerla si no llevas un GPS ya que el camino discurre por tramos de roca y mini senderos que a veces “desaparecen” para volver a aparecer poco después. Este tramo nos lleva hasta la M-618 a la altura del Berzalejo, pero dado la hora que era, decidimos regresar por carretera en lugar de completar la ruta por el trazado original que teníamos planeado.
Conclusiones de la ruta:
-          Ruta espectacular tanto por el recorrido como por el paisaje 100% recomendable.
-          Ruta técnicamente difícil por la subida y bajada a Peña Liendre.
-          El exceso de paradas del grupo hizo que una ruta que puede hacerse en unas 4h se hiciera en 6h.
Perfil de la ruta:



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