lunes, 13 de diciembre de 2010

Las Rozas - Peñascales - Hoyo - Las Rozas (SBK1) (IBP 63)

Después de un puente pasado por agua y en el que sólo pude salir el sábado estaba como loco por ponerme las calas y hacer alguna ruta “interesante”. La idea era ir por la zona de Peñascales y Hoyo de Manzanares donde las rutas son más técnicas y divertidas, tenía varias opciones de rutas y tras consenso decidimos hacer una ruta de 42km. Esta ruta me la pasó gente del club SunferBike de Alcobendas y la verdad es que tenía ganas de hacerla.
Había quedado a las 8:20h en la rotonda de siempre con Javier y Oscar, y de camino a los Peñascales con Diego, estos dos últimos son dos bikers nuevos con los que nunca había salido y que pertenecen al grupo de “CantiBikers”, grupo que nos presentó Manolo hace un par de semanas.
A última hora de la noche Javier me envió un sms para decirme que finalmente no venía, por lo que a las 8:20am Javier y yo arrancamos camino los Peñascales a la espera de encontrarnos con Diego, el día había amanecido cubierto por la niebla.


Eran las 8:30am cuando llegábamos al punto de encuentro con Diego para continuar nuestro camino, mientras Diego nos comentaba que llevaba casi dos meses sin montar en bici y estaba un poco preocupado por su falta de ritmo, algo que se puso de manifiesto tan pronto como abandonamos el asfalto y comenzamos la subida de los Peñascales que comienza tras cruzar el río que lleva hacia la finca el Pendolero y sobre un terreno muy pesado por las lluvias de la semana pasada.
Subida de los Peñascales donde se aprecia el estado del terreno

Después de esperarle varias veces en la subida, Diego nos pidió que siguiéramos la ruta sin él ya que sus sensaciones no eran buenas  y conocía perfectamente la zona, por lo que Oscar y yo continuamos solos desde este punto.
Esta parte inicial de la ruta ya la había realizado en otras ocasiones, la ruta sube por el lado de la finca el Pendolero hasta que llegamos a un cruce con una camino/pista que tomamos a la izquierda para en unos 300m dejarlo y tomar un camino más divertido que sale a mano derecha y que nos lleva hasta Hoyo de Manzanares, hasta este punto Oscar conocía el camino aunque lo había realizado en sentido contrario ya que él lo hacía de regreso de Hoyo. Antes de llegar a Hoyo, a escasamente 200m tomamos un camino que sale a mano derecha para alejarnos de Hoyo y que nos dejará en un camino/pista que  tomaremos a mano izquierda, para tras un rápido descenso, abandonarlo por un sendero estrecho que sale a mano izquierda y que transcurre pegado a la valla de una finca de ganado. Al finalizar este sendereo decidimos parar 5 min. para reponer fuerzas y mientras tomábamos una barrita Oscar comentaba que habíamos llevado un ritmo muy bueno y desde luego no le faltaba razón.
Oscar en un tramo de la ruta

Tras reanudar la marcha, y en apenas 500m llegamos a la carretera de Hoyo de Manzanares, la tomamos a nuestra izquierda para tras unos 20m coger el camino que sale a la derecha y que va por detrás de Hoyo de Manzanares, por esta parte de Hoyo nunca había pasado por lo que estaba expectante ante lo que nos esperaba delante. Y la verdad es que no me decepcionó ya que seguimos por el mismo tipo de terreno si cabe aún más divertido con tres subidas intensas, sobretodo la última con un 16,4% de desnivel en algún tramo y bastante pesada por cómo se encontraba el terreno. Este tramo finaliza en un cruce de caminos y en este punto dado lo bien que íbamos de tiempo le comenté a Oscar la posibilidad de aumentar la ruta en 6km más o seguir con la ruta planificada, y dado que mañana íbamos a volver a salir decidimos seguir con la ruta planificada por lo que giramos a la izquierda para atravesar el pueblo de Hoyo de Manzanares,  y aunque parezca mentira fue aquí donde más equivocaciones tuve con el GPS para encontrar las calles que nos llevaban a salir de Hoyo, menos mal que Oscar fue paciente. Una vez solventados los despistes con el GPS y encontrado el camino correcto, en apenas 2km estábamos de nuevo en la “arena”. Seguíamos por el mimo tipo de terreno, zonas tranquilas mezcladas con zonas más técnicas donde tienes que cambiar rápidamente el cambio para no quedarte clavado en algún repecho, el terreno tiraba levemente para arriba para sin grandes rampas en esta zona. En una de las subidas miré para atrás para atrás para ver como pasaba Oscar una zona y me quedé alucinado con las vistas que teníamos, Madrid estaba completamente cubierto por la niebla y lo único que se veía eran las torres que han construido en la ciudad deportiva del Madrid, la imagen era alucinante, a continuación tenéis la foto aunque su calidad deje un poco que desear, pero sé que tenéis mucha imaginación.

Madrid cubierto de niebla y las 4 torres por encima de la niebla

Después de un rato llegamos a la carretera M-618 que cruzamos para coger un camino que sale de frente y va hacia la izquierda para cruzar El Berzalejo (creo que este es su nombre, es una urbanización con calles en arena y muy pequeña) y en este punto tuvimos la anécdota del día,  a un perro (tipo pastor alemán) no le gustó demasiado nuestra presencia, primero vino a por mí y a continuación se fue a por Oscar, yo torcí a la izquierda y Oscar tiró de frente, y el perro prefirió seguir a Oscar. La verdad es que por un rato me preocupé ya que no sabía donde andaba Oscar y qué había pasado con su nuevo amigo, pero tras un par de gritos Oscar apareció en un camino que iba por arriba y volvimos a juntarnos de nuevo, me comentaba Oscar que el perro le siguió un buen rato, incluso por fuera de la urbanización.

Repuestos del susto del perro, seguimos con nuestra ruta, esta zona ya la había realizado en otras ocasiones y ahora tocaba la bajada que va desde Hoyo a los Peñacales, una bajada que me encanta ya que no es una bajada por la que tirarte a “tumba abierta” sino que tienes que ir muy atento ya que hay surcos o piedras en cualquier momento y el sendero es muy estrecho y el algunos puntos de repente te aparece algún repecho donde de repente toca subir.
La bajada estaba especialmente mojada, tanto que algunos tramos estaban totalmente encharcados y el camino se transformaba en un riachuelo, en uno de estos puntos Oscar se puso delante y por evitar una zona de agua se abrió por el lateral camino yéndose contra las ramas de un arbusto que decidieron que por ahí no se podía pasar, haciendo que Oscar saliese por encima de la bici, visto desde atrás la sensación fue que las ramas le bloquearon la maneta del freno y fue lo que le hizo salir por los “cuernos de la bici”, la verdad es que me di un buen susto porque la zona estaba llena de piedras sueltas y su “plan de vuelo” parecía que tenía previsto el aterrizaje sobre una gran piedra que había al otro lado del camino, pero gracia sa Dios el plan de vuelo cambió en el último momento quedándose corto y todo quedo en un susto. Aterrizó justo al lado de la piedra pero cayendo en suelo blando por lo que no tuvimos ningún problema en continuar la marcha y llegar a los Peñascales y a casa sin ningún percance.
Al final nos hicimos la ruta de 42km en 3h a un buen ritmo teniendo en cuenta que toda la zona de los Peñascales y Hoyo no es precisamente para rodar y teniendo en cuenta que el terreno estaba muy mojado, aunque esta zona de los Peñascales – Hoyo es perfecta para estos días de agua ya que el terreno no es arcilloso y por tanto no se hace tan pesado rodar por él.
Como resumen de la ruta:
-          La ruta me gustó mucho ya que tiene de todo y poca pista.
-          La zona de Peñascales – Hoyo es perfecta para ir en días que el terreno esté mojado ya que  el terreno no es arcilloso y por tanto no hace tan pesado rodar por él.
-     Un placer compartir la ruta con Oscar, espero que coincidamos en más ocasiones.

Perfilde la ruta:

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